La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra hoy el Día Mundial de la Salud centrándose en el gran número de vidas que se pueden salvar cuando se produce un terremoto o una inundación, en las situaciones de conflicto o en otras emergencias si se mejora el diseño y la construcción de los establecimientos de salud y se prepara y se forma adecuadamente al personal de salud.
La OMS recomienda seis medidas básicas para que los gobiernos, las autoridades de salud pública y los administradores de los hospitales mejoren la seguridad de los establecimientos de salud en caso de emergencia, en particular, formar al personal de salud, diseñar y construir hospitales seguros, modernizar los establecimientos existentes para que sean más resistentes, y velar por la protección del personal y los suministros.
Las seis medidas básicas que pueden adoptar los gobiernos, las autoridades de salud pública y otras que dirigen los hospitales y los establecimientos de atención de salud son las siguientes:
1. Evaluar la seguridad de los hospitales;
2. Proteger y formar al personal de salud para las emergencias;
3. Planificar la respuesta a las emergencias
4. Diseñar y construir hospitales resistentes;
5. Adoptar políticas y programas nacionales para mejorar la seguridad de los hospitales.
6. Proteger los equipos, los medicamentos y los suministros.
Demasiado a menudo, los establecimientos de salud son las primeras víctimas de las emergencias, con la consecuencia de que entre el personal de salud se registran muertos y heridos, no se pueden proporcionar servicios a los supervivientes, y se pierden las cuantiosas y valiosas inversiones efectuadas en la construcción y dotación de esos centros.
El Día Mundial de la Salud 2009 se centrará en la seguridad de los establecimientos de salud y la preparación del personal sanitario que atiende a los afectados por situaciones de emergencia. Los centros de salud y el personal sanitario, de vital importancia para la población vulnerable en caso de desastre, son fundamentales para tratar lesiones, prevenir enfermedades y atender las necesidades sanitarias de la población.
Los centros de salud y el personal sanitario cubren las necesidades diarias que deben seguir atendiéndose en situaciones de emergencia, tales como, por ejemplo, los servicios de tocología, inmunización y atención de las enfermedades crónicas, y por ello son esenciales para la atención primaria en las comunidades. Sin embargo, los sistemas de salud que se encuentran en situación precaria a menudo no son capaces de seguir desempeñando su labor durante un desastre, lo que tiene consecuencias inmediatas y futuras para la salud pública.
La OMS recomienda seis medidas básicas para que los gobiernos, las autoridades de salud pública y los administradores de los hospitales mejoren la seguridad de los establecimientos de salud en caso de emergencia, en particular, formar al personal de salud, diseñar y construir hospitales seguros, modernizar los establecimientos existentes para que sean más resistentes, y velar por la protección del personal y los suministros.
Las seis medidas básicas que pueden adoptar los gobiernos, las autoridades de salud pública y otras que dirigen los hospitales y los establecimientos de atención de salud son las siguientes:
1. Evaluar la seguridad de los hospitales;
2. Proteger y formar al personal de salud para las emergencias;
3. Planificar la respuesta a las emergencias
4. Diseñar y construir hospitales resistentes;
5. Adoptar políticas y programas nacionales para mejorar la seguridad de los hospitales.
6. Proteger los equipos, los medicamentos y los suministros.
Demasiado a menudo, los establecimientos de salud son las primeras víctimas de las emergencias, con la consecuencia de que entre el personal de salud se registran muertos y heridos, no se pueden proporcionar servicios a los supervivientes, y se pierden las cuantiosas y valiosas inversiones efectuadas en la construcción y dotación de esos centros.
El Día Mundial de la Salud 2009 se centrará en la seguridad de los establecimientos de salud y la preparación del personal sanitario que atiende a los afectados por situaciones de emergencia. Los centros de salud y el personal sanitario, de vital importancia para la población vulnerable en caso de desastre, son fundamentales para tratar lesiones, prevenir enfermedades y atender las necesidades sanitarias de la población.
Los centros de salud y el personal sanitario cubren las necesidades diarias que deben seguir atendiéndose en situaciones de emergencia, tales como, por ejemplo, los servicios de tocología, inmunización y atención de las enfermedades crónicas, y por ello son esenciales para la atención primaria en las comunidades. Sin embargo, los sistemas de salud que se encuentran en situación precaria a menudo no son capaces de seguir desempeñando su labor durante un desastre, lo que tiene consecuencias inmediatas y futuras para la salud pública.
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